Antropóloga, fisioterapeuta, naturópata…. Y sobre todo y ante todo enfermera. Son algunos de los aspectos que definen a Montserrat Bayego co-fundadora del Centre d’Assessorament y vocal de Enfermería Pediátrica, responsable del Área de Ejercicio Libre y de la Comisión de Terapias Naturales del Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Barcelona (COIB). Según confiesa en el blog De tots colors, una “no casualidad especial” hizo que Bayego descartase en último momento estudiar medicina para dedicarse a la enfermería. Su objetivo era convertirse en matrona. Más adelante se convertiría en matrona. Y, siguió formándose. Enfermera pediátrica, Fisioterapeuta, Naturópata, Reflexoterapeuta podal, Bach Practitioner, un Postgrado por la Universidad de Barcelona en Intervenciones Autónomas de Enfermería: Terapias Naturales y Antropóloga social y cultural completan el currículum de esta enfermera inquieta y entusiasta.
En esta entrevista, Bayego nos cuenta su visión sobre la enfermería, como ha evolucionado la profesión. Y, amplía el abanico de ámbitos en los que la enfermera interviene. La entrevista se publica en tres entradas. En esta trataremos los aspectos más globales de la enfermería, en las dos siguientes se profundizará en el emprendimiento desde la profesión y en el uso de las nuevas tecnologías en la promoción de la salud.
B. Nos encontramos con Montserrat Bayego en la sede del COIB. Es una de las enfermeras que con más entusiasmo representa a su colectivo. Empezamos recordando las palabras del periodista Carles Capdevila reivindicando y poniendo valor al trabajo de las enfermeras…
MB. Nos ayudó mucho a visibilizarnos. Pienso que tuvimos la suerte que escribiera y explicara nuestra la realidad. Desafortunadamente, tiene que estar alguien muy enfermo para darse cuenta de nuestro valor. Y, este caso es especialmente triste, porque Capdevila sufrió y, ya no está. Pero a nosotras nos ayudó. Le estamos enormemente agradecidas.
La que siempre está
B. Generalmente, el contacto con la enfermera es especialmente estrecho cuando uno está hospitalizado.
MB. Si, porque es la que siempre está. A veces nos llamamos así las enfermeras: “La que siempre está.” En un hospital hay toda una serie de profesionales sanitarios en torno a la persona ingresada. Pero quien de alguna forma lo abarca todo es la enfermera. Más allá de los conocimiento adquiridos y técnicas aprendidas durante la carrera, la enfermera también acompañará a la persona en todo aquello que necesite. Por ejemplo le puede preparar una tila si no puede dormir a las 2h de la madrugada. O sentarse a su lado y cogerle la mano escuchando sus preocupaciones. Lo que haga falta. Y esto la población que no ha pasado por un situación difícil de salud no lo sabe.
Cuando estuvo en el hospital, Capdevila se percató de esta realidad. Y no porque las enfermeras lo trataran diferente por ser una persona pública o mediática, no. Es que esto lo hacemos habitualmente. Pero todavía existe la idea de que la enfermera es la que te cura una herida, la que te pone una inyección, la que te toma una tensión… La enfermera es todo esto y mucho más.
La enfermera te acompaña en todas las etapas de la vida
B. Si salimos del hospital, ¿cuál es el papel principal de la enfermera hacia las personas?
MB. La persona es el actor principal de su salud. Y la enfermera le acompaña a tomar sus decisiones a lo largo de todas sus etapas vitales. Desde la comadrona que enseña a la mujer a ser dueña de su embarazo y del nacimiento de sus hijos. Hasta la enfermera experta en cuidados paliativos que acompaña a una persona moribunda en su despedida.
B. ¿Siempre podemos tomar las decisiones sobre nuestra salud?
MB. Siempre. Cualquier persona (excepto casos muy extremos) con un acompañamiento adecuado puede tomar las decisiones sobre su salud y tiene el derecho a hacerlo. Y la enfermera tiene la capacidad de hacer este acompañamiento. En otras palabras, la enfermera detecta una necesidad y acompaña a esta persona a dar respuesta de la forma más autónoma posible.
B. Pero, ¿cómo las personas nos podemos hacer responsables de nuestra salud?
MB. A mí me gusta hablar de auto-responsabilidad. A los niños pienso que se les debería educar en su autonomía, su auto-responsabilidad. Y, en este caso la responsabilidad por la propia salud y la de su entorno. Por eso una de las tareas de la enfermera es la educación para la salud. Con el objetivo de educar, aconsejar, dialogar y ofrecer recursos para que la persona pueda utilizarlos de forma autónoma cuando lo necesite. Es decir, con la enfermera se crea un vínculo de fidelización desde la confianza y no desde la dependencia. Porque nosotras queremos la independencia de la persona.
La enfermera acostumbra a ampliar su formación a nivel horizontal
B. De tu currículum se desprende una necesidad constante de seguir aprendiendo. ¿Es común dentro de la profesión?
MB. Sí. Creo que la enfermera que ha sido vocacional tiene un perfil personal que la lleva a ampliar su formación a nivel horizontal. Lo que hace es acumular conocimiento e integrarlo de forma que lo hace pasar por un tamiz, que es el de ser enfermera. Ahora ya hay muchas enfermeras doctoras, que es una visión más vertical. Con el doctorado se consigue una profundización en alguna área concreta de conocimiento y esto es bueno y deseamos que aumente.
En definitiva, muchas enfermeras lo que hacen son diversas formaciones, dos o tres carreras y especialidades porque, entre otras cosas, somos muy holistas. Tanto para ampliar la visión de la persona en su conjunto como para poder ofrecerle muchos recursos. Porque es la forma en la que sabes que podrás dar respuesta a más necesidades y de forma más amplia a cada una de ellas.
B. Entonces, ¿Cómo van de tiempo las enfermeras?
MB. Las enfermeras somos profesionales que estamos muy ocupadas. También porque no sabemos estar quietas… Somos un perfil de profesional con muchas tareas. Además, somos más enfermeras mujer que hombre. Y, todavía estamos en una sociedad donde el cuidar doméstico está demasiado en manos de la mujer. Así, te encuentras con enfermeras que hacemos más horas que un reloj fuera de casa. Además se suman las de dentro de casa, y estudiamos y procuramos estar siempre a punto y sonrientes. ¡Ah! Y, lo hacemos con alegría y con ilusión.
El COIB apostó por apoyar el cuidado mediante terapias
B. Entre los recursos, ¿contempláis las terapias complementarias?
MB. El COIB hace muchos años que apostó por apoyar que una enfermera también pudiera, si quería, dedicarse a cuidar mediante diferentes terapias. ¿Cuál fue el proceso para conseguirlo? Muchas enfermeras hace tiempo nos formamos en diversas terapias fuera del ámbito enfermero. Posteriormente, fuimos adaptando dichas formaciones a nuestro lenguaje enfermero y las transformamos para poderlas aplicar desde nuestro conocimiento y nuestra perspectiva de la salud y la enfermedad. Actualmente, estamos ofreciendo formación para aquellas enfermeras que quieren adquirir nuevas herramientas. En este caso terapias, técnicas naturales diversas, que consideramos son instrumentos complementarios de los cuidados enfermeros.
B. ¿Por qué sería bueno que una persona ante un problema de salud decidiera buscar los servicios de una enfermera experta en terapias naturales?
MB. Porque la formación previa que tenemos los diversos profesionales de la salud nos da un conocimiento básico que nos permite aplicar las terapias naturales con la mayor garantía posible. Cuando un profesional proviene de una formación en la que se profundiza sobre qué es la persona, como la enfermería, la medicina o la psicología… En el caso que nos ocupa, la enfermera observará a la persona desde sus conocimientos previos adquiridos en la carrera y en un sentido holista, porque la enfermera es holista per se. Y, las terapias serán una herramienta más que podrá usar en determinados casos, sólo cuando lo considere oportuno, para dar respuesta a las necesidades observadas en cada usuario o usuaria.
Delante tienes una enfermera que te está escuchando
B. Podrías ponernos un ejemplo…
MB. Pongamos por ejemplo una consulta sobre dolor menstrual a una enfermera, que podría ser matrona. La enfermera, además de observar con todos sus conocimientos de ginecología, pondrá en marcha todos sus “detectores” enfermeros. Dará una mirada en toda su globalidad. Por ello puede ser que en este caso llegue a la conclusión que los dolores menstruales podrían tener que ver con un tema emocional. Así, a parte de valorar las pruebas y exploración para descartar algún problema físico, quizás aconsejará acompañar con una terapia floral.
En resumen, la enfermera ha observado las emociones escuchando las preocupaciones de la persona que consulta. Y la enfermera tiene las herramientas y los recursos para ofrecerle diversas opciones de tratamiento enfermero que deberán consensuarse con la usuaria. De manera que se inicia una relación terapéutica muy diferente de la que se desarrolla en otros ámbitos sanitarios.
Consensuar un pacto de tratamiento
B. ¿Consensuar?
MB. Sí, porque eres tú quien decidirás, no la enfermera. ¿Qué te apetecería? ¿qué estarías dispuesta a hacer? Es a partir del consenso que se lleva a cabo un pacto de tratamiento. Y ya desde este primer contacto se establece lo que las enfermeras llamamos “relación de ayuda”. Que se traduce en que la persona que acude por un problema de salud ha estado sentada con la enfermera un largo tiempo, ha podido hablar de todo, no sólo de lo que venía a consultar. Es decir, ha tenido un espacio donde ha podido hablar de aquello le preocupa, no sólo de sus síntomas físicos. Y, cuando se irá por la puerta ya se sentirá diferente. Más empoderada. Conocerá más recursos para su salud y se sentirá en condiciones de tomar sus propias decisiones para llevar a cabo un determinado tratamiento.
B. ¿Son fieles a la enfermera las personas que acuden?
MB. La verdad es que quien descubre a la enfermera puede ser ya para quedarse. Me considero afortunada y debo agradecerlo a las personas el poder tener una perspectiva de más de 25 años como profesional de ejercicio libre. En la consulta del Centre d’Assessorament hay historias así de gruesas (junta cuatro dedos). Porque no son historias de una persona, son historias de una familia. Donde se puede encontrar desde la bisabuela, abuelos, pareja e hijos que los hemos visto nacer, que los hemos acompañado a lo largo de su crianza y que siguen viniendo a la consulta cuando tienen más de 25 años. Y esto debe tener algún significado. Y, es que la enfermera lo abarca todo y te da una respuesta. Si no puede ella directamente, derivando hacia los profesionales de la salud que considere convenientes.
Nuestro hándicap es que se conozca quienes somos y cómo podemos cuidar de las personas
B. ¿Cuál es vuestro principal hándicap?
MB. El hándicap que tenemos como enfermeras “en general” es que durante mucho tiempo no supimos, o encontramos trabas y dificultades, definirnos a nosotras mismas y llegar suficientemente a visibilizarnos y que la población nos conociera. Un aspecto importante fue salir de una jerarquización profesional dentro del sistema sanitario. Actualmente, al menos a nivel teórico, está muy claro que la profesión enfermera se auto-define por derecho propio y se diferencia totalmente, a través de unas competencias muy bien descritas y aceptadas, del resto de profesiones sanitarias. A partir de aquí se está haciendo mucho y buen trabajo desde el propio colectivo y el colegio que nos representa para darnos a conocer a la población, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
La enfermera allá donde está “humaniza”
B. Y ¿El paciente?
MB. Las enfermeras no atendemos a pacientes. Nosotras damos atención a las personas que vienen a consultar un problema de salud. Esto es importante, porque entonces estableces una relación entre iguales. En la que sin ningún tipo de jerarquía estamos prestando servicios de salud. Como se ha comentado anteriormente en la entrevista, nos consideramos el profesional de la salud que contempla de forma más holista a la persona.
B. Es decir, defiendes que la enfermera es la profesional que tiene una mirada más amplia sobre la salud de las personas ¿se traduce a nivel institucional?
MB. Sí, es una tendencia que desde hace tiempo se observaba en países como Suecia y que actualmente también podemos encontrar aquí algunos ejemplos que esperamos aumenten en los próximos años. Y, es claro que una institución donde la dirección general la lleve una enfermera funcionará diferente porque tienen en cuenta otros aspectos y le da una orientación distinta que la que pueda ofrecer una dirección médica. La enfermera tiene una gran capacidad organizativa, tiende a ser altamente eficiente, es una gran facilitadora, tiene grandes capacidades como mediadora de conflictos… La enfermera cuidará no sólo a las personas que utilizan los servicios de salud, sino que su dimensión cuidadora abarcará también a todos los profesionales y a la propia institución. La enfermera allá donde está “humaniza”.
Las corporaciones colegiales son muy importantes
B. En todo tu discurso destacas el papel del colegio.
MB. Es importantísimo. Pienso que las corporaciones colegiales son muy importantes en todos los sectores. Lo que pasa es que no se conocen suficientemente ni siquiera por los propios profesionales colegiados. Es decir, no sólo la población no las conocen, sino que a veces las propias colegiadas enfermeras no sabemos bien lo que significa nuestro colegio y no aprovechamos suficientemente todo lo que puede aportarnos, ni quizás colaboramos y participamos todo lo que sería deseable. Aprovecho aquí para comentar que por este y otros motivos el COIB puso en marcha el proyecto RESET. Un espacio en el que a través de una dinámica de círculos de diálogo las enfermeras de Barcelona hemos podido definir cómo queremos que sea nuestro colegio.
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